¿Por qué yo?

Guía Espiritual

Quizás el principal motivo sea precisamente por todo lo que ahora tienes delante: porque me encanta ser Guía Espiritual.

¡Pero no es el único motivo!

Hace más de treinta años, por «casualidad» cayeron en mis manos una serie de libros y otras informaciones que abrieron un camino de exploración, influido por una desconocida (por mí) y recién estrenada curiosidad investigadora.

Más adelante, algunos sucesos muy potentes en mi vida, confirmaron que ese camino tenía un sentido claro y definido. Pero aunque el camino tomaba forma… ¿Hacia dónde llevaba?

Así las cosas, las piezas del rompecabezas seguían cayendo de forma desordenada sobre mi cabeza y yo me limitaba a observarlas y guardarlas, como quien conserva pequeños tesoros.

No fue hasta que me di cuenta de que uniendo las piezas se formaba un conjunto del que se obtenía un mensaje, que de otra forma era imposible captar, que entendí que podía y quería transmitir este mensaje para hacer el bien y aliviar el dolor que muchas personas sufren. El motivo era claro: ¡yo también había sufrido mucho! ¡No podía quedarme el mensaje solo para mí!!

Ahora, observando desde la cima el camino que he ido siguiendo, me doy cuenta de que he podido llegar gracias a ir de la mano de mi Guía Espiritual. Al empezar, no tenía ni idea de cuál era el camino, por dónde iba… ¡Ni de cómo ni dónde llegaría!

La formación que he ido recibiendo y que recibo todavía actualmente, y que durante mucho tiempo parecían sucesos inconexos en mi vida, ahora toma una forma de totalidad coherente, perfectamente ligada y conectada.

Es con amor y con ganas de ayudar a que ofrezco estos conocimientos que, lejos de ser míos, deben llegar a las personas que les vayan a ser útiles.

No dudéis en contactar conmigo. Estoy aquí para resolver todas vuestras dudas.