¿Cómo?

El juego Espiritual: ¡Como el juego de la oca, pero a lo grande!

Este juego tiene una casilla de salida y una de llegada. La casilla de salida se llama: egoísmo superlativo, mientras que la casilla de llegada se llama: amor infinito.

El premio a la llegada es la felicidad más absoluta, producto de amar y ser amados de una forma tan inmensa que es inimaginable por nosotros.

El aprendizaje realizado durante el juego se llama sabiduría y es imprescindible para entender, comprender y disfrutar del amor infinito.

Ahora bien, ese juego implica un trabajo. Esto se debe a que el progreso solo puede venir de la mano del esfuerzo personal y de la libre elección de realizar este esfuerzo. De todos modos, trabajar no tiene por qué ser aburrido o cansado. También puede ser interesante, divertido, emocionante y sobre todo con una gran recompensa final.

El tablero del juego:

Todos nosotros transitamos un camino que va desde el egoísmo más primario hasta el amor más elevado y universal. En este camino de muchas vidas materiales y una única vida Espiritual inmortal, nos encontramos infinitos aprendizajes y también problemas que deberemos resolver para poder evolucionar y crecer. No solo en amor, sino también en sabiduría.

Ahora bien, podemos resolver los problemas a base de ir probando, errar, volver a probar y así hasta acertar, o también podemos seguir un camino que nos lleve a resolver los problemas directamente. Este camino se llama «camino de los sabios» en referencia a las personas que ya lo han transitado anteriormente a nosotros, han encontrado las soluciones y ahora nos ofrecen su sabiduría.

Aquí entra en juego nuestra máxima:

No puedes resolver tus problemas desde el mismo nivel mental en que los creaste.

Si consideramos que en esta etapa de nuestra existencia estamos formados por dos entidades: cuerpo-mente y Espíritu, será necesario, pues, que superemos el nivel físico-mental para poder actuar desde un nivel superior: el nivel Espiritual.

El principal problema que tenemos en este momento es que nuestra mente «es dura de mollera como el granito» pero por ahora no disponemos de ninguna otra herramienta. Por tanto, deberemos trabajar a través de la mente, reeducándola, e informándola para poder llegar al estado Espiritual y allí explorar y hacer los cambios que precisamos para poder evolucionar y resolver los problemas que tenemos planteados.

Cómo jugaremos y avanzaremos las casillas:

¡Lo más importante: tener ganas de jugar!

¡Y por descontado, la actitud!

Alegría, satisfacción de haber encontrado el camino, curiosidad investigadora, mente abierta a oír cosas nuevas, plena disposición a entender y hacer cambios, ganas de trabajar para evolucionar. Solo son válidos los cambios realizados por uno mismo y desde la libre elección de querer estos cambios.

Como cuando se aprende a conducir, habrá unas primeras sesiones teóricas para centrar conceptos y concretar definiciones, para pasar después a las sesiones prácticas.

Entre sesión y sesión habrá unos ejercicios para realizar en casa que irán variando según los niveles alcanzados.

Aunque sería deseable fijar un número de sesiones total concreto, cada persona es diferente y, como en el carnet de conducir, habrá quien necesitará más sesiones y habrá quien menos. Habrá quien precisará más teoría o quizás más práctica… ¡Las sesiones están hechas a medida!

Iremos de lo más grande a lo más pequeño, de lo más general a lo más conciso, de lo más universal a lo más particular, de lo más antiguo a lo más nuevo. Si no sabemos en qué isla está el tesoro, y solo tenemos el trocito de mapa donde aparece la cruz… ¡Nunca podremos encontrarlo!